miércoles, 29 de octubre de 2014
El parto...¿miedo? NINGUNO
Para mi el parto fue una experiencia más en la maternidad, pero quizás la más hermosa e importante. Siempre con ese pensamiento positivo del que hablaba en mi primera entrada, afrontaba el parto con miedo en mitad de mi embarazo. Parece contradictorio, ¿verdad? Pero no. Sabia que todo iba a ir bien, que iba a ver a mi gusanito...pero el desconocimiento me hacia tener miedo.
Gracias al curso de preparación al parto pude eliminarlos rápidamente. Me sentí lista y preparada para afrontarlo y así, en las últimas semanas en las que la pregunta que mas oía era: "¿estas con miedo?" O..."uffff, el parto...que dolor..." Yo podía responder con firmeza. No tenía miedo, sabia que el dolor iba a ser grande (aunque fue menos de lo que imaginaba) pero mi cuerpo y mi mente estaban preparadas para el momento. De hecho, ansiaba que llegara.
El día que cumplí mi semana 39 me desperté con energía, así que fui a pasear con mi perrita por las calles de Sevilla. Hice mi rutina diaria de paseo durante 40 minutos y subir y bajar algunas escaleras.
Al llegar a casa empecé a sentir contracciones, mas o menos intensas pero no dolorosas. Ya las había sentido antes, en la semana 25 y eran iguales.
Mi cabeza dijo: hoy es el día. Y era el día, ya que desde las 20 semanas dije que iba a nacer antes, iba a nacer ese día exactamente.
Con contracciones de 1 minuto de duración cada 3 minutos llegue a la clínica, me hicieron un tacto y tenía 3 centímetros. ¡El matrón no podía creer que estuviera de parto y con esa tranquilidad...!
A las dos horas de estar allí me pusieron epidural, no porque tuviera dolor, pero la pedí... A su vez me pusieron oxitocina para hacer más eficaces las contracciones, ya que habían parado un poco.
Y desde las 19:00 que, de 3 cm, me pusieron la epidural y la oxitocina, hasta las 23:50 tuve todo el proceso del parto. A esa hora estaba ya con mi gusanito en brazos. Necesitó una pequeña ayuda para salir, ya que estaba en un lado de la barriga y con el cuello torcido. Con una ventosa lo sacaron y a pesar se los masajes perianales que había estado haciendo desde la semana 36,nnecesité 6 puntos.
En la sala de despertar, aun cansada, no quería dormir porque me lo quitaban. Le di el pecho, no dejaba de succionar e incluso se quedó dormido. Estuvimos dos días en maternidad y nos fuimos a casa.
Para mi fue el día mas especial e importante. El día en que culminó mi amor sin limites.
El post parto ya es otra historia... Ahí tuve un poco mas de dolor... Un punto se secó y tiraba de los demás...
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